¿Qué encontramos en Doña Perfecta?
Benito Pérez Galdós es
un escritor bastante interesante. Su forma de desarrollar una trama
incitan a la polémica, pues de una forma casi imperceptible y sutil,
puede abordar los temas más complejos y polémicos de su época. En Doña Perfecta podemos observar como utiliza a los personajes para evocar una de las discusiones más polémicas de por aquel entonces, el creacionismo contra el darwinismo. Los liberales creían en la teoría de los seres atávicos, mientras que los católicos la rechazaban con fervor.
Otra característica de Galdós es su forma de dramatizar la prosa, la convierte en teatro con unas simples palabras, rompe, amolda y juega con la mente del lector creando tiempo. Al mismo tiempo, reitera muchas veces sobre el mismo tema para enfatizar y transmitir un mensaje (en el caso de las partes de la obra que hemos leído era el tema polémico entre las creencias evolutivas) el cual repite para que lleguemos a comprenderlo. Critica con fuerza el nacionalismo exacerbado y utiliza mucho la ironía, la cual está presente en la mayor parte de la obra.
Una de las técnicas que más usa el autor es la del manuscrito encontrado (usada por Cervantes, que para el realismo se trata como de un Dios, a la hora de escribir El Quijote). Galdós juega a que no sabe lo que pasa cuando, realmente, se trata del narrador omnisciente el cual lo sabe todo. Don Cayetano, en la obra, es un claro ejemplo de su admiración a Cervantes, pues personifica en muchos de los sentidos a Don Quijote de la Mancha.
Para terminar, otro rasgo interesante se encuentra en que, en sus novelas, realmente no sucede una acción que abrume al lector, es más, no suele ocurrir casi nada, en cambio si vemos el Índice de Doña Perfecta, los títulos nos incitan a la acción. Otra vez más hemos sido engañados por las burdas jugarretas de este autor descarado, un tanto cruel y experto de la ironía.
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